lunes, 25 de julio de 2016

¿Todavía le das la teta?....

Buenos días mamis y papis. A ver, ¿a cuántas de vosotras os han hecho esta pregunta? Si la respuesta es "a mí, a mí..." bienvenidas al club.

Y es que desde tiempos inmemoriales la gente en general ha decidido que de una forma u otra pueden meter sus naricillas en lo que les venga en gana, y no sólo eso, sino que además, pueden opinar absolutamente de todo sin temor alguno a ser reprendidos. Pues perdone usted, querido/a indiscreto/a, pero mi vida es mía, y mi teta más aún.

Imaginaros la situación. Estáis sentadas en un bar tranquilamente con vuestra pareja y vuestros hijos (vale ya sabemos que si el plan incluye a los pequeños no será tranquilamente, pero bueno, por soñar...). Pues bien, en ese momento, la señora o el señor que está sentado tres mesas más allá, y al que la mayoría de las veces ni conocéis, suelta por su enorme boca la siguiente cuestión "¿Todavía le das el pecho? Pero si es muy grande....", a lo que sigue "Lo vas a malacostumbrar, ya debería comer solo y de todo como los niños de su edad...". 1, 2, 3, 4, 5, 6, YO ME CALMARÉ TODOS LO VERÉIS.....


Ante semejante afirmación una levanta la mirada de la cabecita de su bebé para observar detenidamente al susodicho increpante. Coges aire. Repites la cuenta anterior, y te dices a tí misma que no contestes, que para qué. Pero es que la gente, no tiene harturaaaaa. Y cuando te lo dicen una vez, y otra, y otra, y otra, y otra (podría seguir así hasta navidad, mi hijo tiene 21 meses y sigue mamando, así que imaginaros....).

Bien, pensad en el pokemon (que ahora está de moda), y repetid conmigo "Vamo a calmarno"



Estupendo, ¿habéis contado ya hasta mil? Pues ahora, respirad profundamente (que se note que la pregunta os tiene hasta el mismísimo moño) y contestad escuetamente "Hasta que mi hijo/a y yo queramos". Y fin de la conversación!!!!!!!!!

Sí queridos míos, sí. FIN-DE-LA-CON-VER-SA-CIÓN. Para que váis a malgastar el poquísimo tiempo que tenéis con vuestros hijos en explicarle a alguien que no os importa un pimiento lo importante que es que vuestro hijo siga lactando. Ni siquiera si esa persona es de vuestro entorno. Las explicaciones se dan una vez. El que no las acepta no es que no las entienda. Es que es incapaz de cambiar su concepto de la realidad, y digo más, está totalmente negado a aceptar que vosotros, padres, le dáis tres mil vueltas en este tema. Y me pongo así de borde, porque como dice mi prima Dolores, primero, soy una antisocial (y lo de ser borde me está gustando) y segundo, estoy de este tema hasta el cuello de mi bata!!

Así que nada, contad hasta 6 o hasta 6000, respirad, y contestad lo que os hemos dicho, aunque en vuestras mentes de padres sin vergüenzas estéis pensando "hasta que me de la mismísima gana señora!!".

Y para hablar de este tema he aquí el post de hoy. Porque nosotros, y vosotros, ya sabemos que lo mejón de lo mejón es la lactancia materna, y si ésta es prolongada en el tiempo ya es la repanocha!!

Así que vamos allá:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la leche materna sea el alimento exclusivo desde el nacimiento hasta los seis meses de vida y después se mantenga, complementada con alimentos adecuados, oportunos y seguros, hasta los dos años de edad o más (dos años, quién lo diría eh!! Pues la OMS, la OMS lo dice señora!!), si la madre y el niño así lo quieren.
No hay razones médicas para recomendar ni imponer el destete por motivos de edad.

El desarrollo psicomotor y físico sugieren que la lactancia prolongada es la norma biológica. El niño pequeño continúa, a lo largo de varios años, necesitando el calor y el contacto del cuerpo materno, por lo que muchos de ellos buscan el pecho cuando necesitan el contacto con la madre o tras la ausencia de ésta. El amamantamiento les da seguridad y les conforta.

A partir de los 12 meses, el pediatra puede aconsejar que se ofrezcan los alimentos antes que el pecho para que el niño comparta las costumbres familiares pero se siga beneficiando de las ventajas de la leche materna que, en el segundo año de lactancia, tiene características cada vez más parecidas al calostro, es decir, menor función nutritiva y mayor función protectora y moduladora del sistema inmunitario.

Un nuevo embarazo no contraindica continuar con la lactancia materna.
La lactancia en tándem consiste en dar de mamar al hijo recién nacido sin dejar de hacerlo con el hijo mayor; es similar a amamantar a gemelos, pero de distinta edad. Se debe dar prioridad al recién nacido, para asegurar que recibe toda la leche que necesita. Parece que la lactancia en tándem ayuda al hijo mayor a aceptar la llegada del hermano y reduce los celos.

¿Qué ventajas proporciona la lactancia materna prolongada?
©      Menor número de diarreas, infecciones respiratorias, episodios de otitis media, etc. y prevención de las enfermedades alérgicas por el efecto protector sobre el sistema inmunitario del niño, que tarda entre 2 y 6 años en desarrollarse.                                     
©      Menor riesgo de sobrealimentación y desarrollo de obesidad en el futuro.
©      Protección de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
©      Facilita un desarrollo mandibular y dental adecuado.
©      Ventajas en el desarrollo psicomotor (habilidades motoras, lenguaje y agudeza visual).
©      Favorece el apego del niño a su madre, esa relación cálida e íntima, que influye positivamente en el desarrollo de la autoestima y en la futura independencia del niño.
©      Protección para la madre ante enfermedades, como el cáncer de mama y ovario, la osteoporosis y las fracturas asociadas, y la artritis reumatoide.
©      Es una medida ecológica, ya que no precisa preparación ni genera residuos; y económica, al no tener que comprar leche artificial.
©      Disminuye el absentismo laboral de los padres y el uso de recursos sanitarios al disminuir el número de infecciones.

      ¿Cuándo y cómo destetarlo?
El destete es el periodo que se inicia con la introducción de alimentos diferentes a la leche materna y finaliza con el abandono completo de la lactancia.                                 
La edad natural del destete en los seres humanos, según diversos estudios antropológicos, está entre los 2,5 y los 7 años.
Cuando es el niño quien decide el momento del destete, lo suele hacer rápidamente; si la decisión es de la madre, se debe aconsejar que lo haga de una forma gradual, eliminando una toma cada 3 ó 4 días. También puede recomendarse acortar la duración de las tomas, distraerlo anticipándose a los momentos o situaciones en los que, habitualmente, reclama el pecho, dar de comer de forma más frecuente para evitar que el hambre le lleve a pedir el pecho o aplazar las tomas de forma progresiva.

El Plan Padre es un sistema respetuoso para retirar el pecho en los despertares nocturnos. Consiste en colocar al bebé junto al padre al dormir, para que no huela a la madre. Si se despierta, el papá intentará calmarle con algo que le relaje (cantar una nana, chupete, masaje, caricias, etc). Si llora y no se calma, la madre acude y le da el pecho. Poco a poco se van obteniendo resultados y se retira la lactancia materna durante la noche.

 


Queridos míos, creo que después de este discurso tenéis razones de sobra para continuar con esta maravilla que es la lactancia materna. Y a los indiscretos que meten los órganos olfativos y gustativos en lo que no debe importarles, IGNORANCIA Y BUENA EDUCACIÓN, que como bien dice mi madre "el mayor desprecio es no hacer aprecio". Pues eso.

Dad mucha teta y seguid siendo unos sinvergüenzas, que en el próximo post hablaremos del COLECHO y sus beneficios, ya sabéis, para seguir criando al margen de la sociedad (jajajaja risa malvada jajajajaja).



viernes, 22 de julio de 2016

Otra ronda de leche. que invita mamá!!

Decid la verdad mamis y papis, ¿cuántos de vosotros os imagináis ahora mismo tumbados en una playa desierta, en la que lo único que hay es un chiringuito que, sorpresa, ofrece barra libre de vuestra bebida favorita?? Premio!! Todos os estáis imaginando allí, eh?!

Yo no sé vosotros, pero mi marido y yo, sólo pensamos en las ansiadas vacaciones que para nosotros este año llegan muy muy tarde. Me imagino tirada en una tumbona de una piscina, mirando de reojo al camarero, con una pulsera de plástico en la mano a lo "todo incluido", y levantando ligeramente la barbilla para que me sirva otro cóctel. Sí queridos míos, barra libre.... (escuchad esas dos palabras melodiosas en vuestras mentes, como os susurran muy despacio, baaarrrraaaa libreeee.....).

Algo así debe sentir mi erizito cuando me ve pasearme en bolas por la habitación. Sí, me paseo en bolas por mi habitación, ¿vosotros os ponéis la ropa antes de coger las bragas del armario?, ah, creía yo....

Me imagino a mi pequeño pirata mirando con fijación y cara de borrachín de taberna mis tetitas. En su pequeña cabecita sonará de forma gloriosa las dos palabras ansiadas, baaarrraaaa libreeeee.

Y es que ese, mis pescaitos, es el significado exacto del tema que os traemos hoy: LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA A DEMANDA.
                  
A ver, que sabemos que sois muy listos, ¿quién me dice qué significa "a demanda"? Exacto, muy bien. "A demanda" quiere decir justamente eso que estáis pensando: BAAARRRAAA LIIIIBREEEE. O lo que es lo mismo, CUANDO QUIERA, LO QUE QUIERA, Y DONDE QUIERA!!

Hago una paradita en este DONDE QUIERA! No caballero, no me voy a meter en un baño público a darle la teta a mi hijo. No voy a taparme ni a taparle a él/ella la carita con una "capa de lactancia", para que sus prudentes ojos no se espanten. ¿Usted si tiene hambre en la calle no se come un paquete de patatas? No hay más palabras señoría.

    

Y después de este inciso (que harta estoy Zeñó, que haaaartaaa), vamos al tema que hoy nos ocupa. Y es que la lactancia materna exclusiva a demanda, se entiende como esa barra libre donde nuestro bebé come cuando quiere, cuanto quiere y donde quiere. Parece muy fácil verdad?, pues todavía hay quién no se entera del temita.... Pero ojo, que esto no siempre va a ser así.
Este tipo de lactancia es la que llevamos a cabo los primeros seis meses de nuestros gamberrillos. Luego ya la cosa va cambiando, y lo mismo, gamberro y mamá teta llegan a un acuerdo, pero de eso hablaremos en otro post. Vamos a lo que vamos....

¡Cuando quiera yo, mamá, no cuando digas tú! Esto es lo que seguramente nos dirían los bebés si pudiesen decir lo que sienten y lo que quieren, cuando les damos de mamar.
Esto de que un bebé coma cuando quiera, al ritmo que quiera, a la velocidad que él decida, que tome la cantidad de leche que él desee (y que nosotros no vemos), que pare, que continúe, que se distraiga, que lo haga de noche, de día, en la consulta del pediatra, en la tienda de ropa o esperando el autobús, es algo que hoy día, la sociedad en general no tiene asumido. Esto de que a un bebé, se le deje, por una sola vez en su vida, tener “barra libre”, es inaudito para muchos.

¿Qué pauta deberíamos seguir para conseguir un amamantamiento prolongado y exitoso?
Sólo hay una forma de que la lactancia materna comience, se instaure para quedarse, permanezca y se prolongue de forma natural hasta que la diada bebé/madre así lo deseen. Es seguir los instintos básicos por los que se rigen los bebés para alimentarse. Es decir, ofertarle el pecho cuando lo deseen y sin límite en la duración de las tetadas.

¿Y si me recomiendan que le dé un pecho cada 10 minutos?
Estas pautas llevan, más pronto que tarde, al abandono prematuro de la lactancia. Muchas madres ven malogrados sus intentos de experimentar una lactancia prolongada y feliz (aunque luego, a escondidas, le ofreciesen la teta a su bebé cuando él lo pedía).
Hoy día se sabe que un bebé, si se le deja, es capaz de alimentarse de forma adecuada sin ningún tipo de horario.
Las pautas rígidas llevan indefectiblemente a que el pecho no se vacíe bien, con los consiguientes problemas de ingurgitación, obstrucción y mastitis. Así como a la introducción precoz de leches artificiales y abandono de la lactancia.

¿Pero esto significa en cualquier momento y lugar, de día y de noche?
Pues . Hay que ver el amamantamiento como un acto puro de amor, un acto de nutrir a nuestros hijos. Si apartamos las miradas externas que quizá ven en este acto algo diferente a lo que es, no tendremos ningún reparo en comprender que la teta es aquí y ahora. El bebé es el que manda. Necesitan el contacto físico estrecho, estar marsupializados y por ende comer con frecuencia. Esta fase se llama exterogestación. El recién nacido necesita sentirse in útero, sentir el calor de su madres, sus latidos. Debemos vivirlo con total naturalidad e intensidad.
Muchas personas creen que los bebés que maman por la noche están malacostumbrados y que no duermen porque se les deja mamar de noche. Todos los bebés se despiertan por la noche hasta edades muy avanzadas y siempre pedirán algo a cambio. O bien la teta, o bien un abrazo. El destete nocturno no conlleva “dormir de un tirón” toda la noche. Por otra parte las tomas nocturnas aseguran una secreción potente de prolactina. Es la hormona productora de leche en la mama y por lo tanto aseguran tener un amamantamiento prolongado.

¿Este patrón de amamantamiento va cambiando con el paso del tiempo?
Este comportamiento a demanda, cambia. En los primeros meses, el llamado bebé “garrapata” permanecerá anclado a esa teta que lo comunica directamente con el interior de su madre. No habrá nada más. Con el paso del tiempo, el lactante mayor, sigue mamando a demanda, pero usa esa teta como colchón, como salvavidas. Le calma sus miedos y sus ansias. Lo hará en cualquier lugar, diciendo ¡mama, teti, teti! Y aquí la madre es cuando ya podrá comenzar a negociar si puede atenderle en ese momento o tendrá que esperar. Será ahora un ¡Cuando digas tú, negociando los dos!
La demanda sigue existiendo y funcionando a medida que el bebé va creciendo. Cuando se introduce la alimentación complementaria, sobre los 6 meses, la teta debe seguir siendo el alimento base del bebé al menos hasta el primer año de vida. Puede seguir mamando lo que quiera, las veces que quiera, independientemente de la comida sólida que sea capaz de tomar y que curiosamente, deberá ser también ¡a demanda!!!
Y qué curioso, amamantar a un bebé a demanda también disminuye el riesgo de obesidad futura.


Así que ya sabéis, BARRA LIBRE!! Y que una mirada idiota no os chafe ese momento tan chulo!!


                 


viernes, 15 de julio de 2016

Miedooo, tengo miedoooo

¿Has cogido la bolsa del bebé? ¿Llevamos pañales? ¿Y mi necéser? ¿Compraste las "bragas desechables"?.....

Ha llegado la hora H. Un enorme cabezón está empujando para salir. Coge aire, piensa en la palabrota más gorda que conozcas y empuja!!!!!
¡¡Enhorabuena, sois padres!! ¡¡Bieeeeennnn!! ¡¡Que alegría!!

Y llega la gran pregunta, ta ta ta channnnn: ¿Vas a darle el pecho? Miras con cara de circunstancia a quién lanza la cuestión y contestas con toda la fuerza que tus 12 horas (con suerte) de parto te han dejado: "Sí".


Ea, y ahora sí que sí. El miedo..... Te llegan mil preguntas a la cabeza. Y a esas mil preguntas tienes que sumar los siempre "sabios y afortunados" comentarios de terceros....


Como siempre os decimos desde Mímame Mucho, OIDOS SORDOS queridas mías, OIDOS SORDOS.

Y para que podáis hacer oídos sordos a estos comentarios, hoy, os vamos a resolver, algunas de esas dudas que tanto miedo nos dan. Empezamos?

-  ¿Podré dar el pecho? Pues claro. Todas las mujeres pueden. “Es que mi madre no nos dió el pecho más que unas pocas semanas. Se quedó sin leche”. Quizá su madre no pudo amamantar porque le dieron unos consejos que hoy en día se sabe que eran erróneos.

¿Tengo que preparar mis pechos de algún modo? No. El cuerpo de la madre se ocupa de ello durante la gestación: desarrolla un poco más las glándulas; hace crecer los conductos; acumular grasa para que sirva de reserva de energía.También se hace más oscura la areola para que el bebé la vea mejor y se desarrollan unas glándulas a su alrededor que la abrillantan y protegen. No hace falta darse masajes, ni endurecer o intentar alargar los pezones, ni ponerse cremas en el pecho.

¿Cuándo debo poner el bebé al pecho la primera vez? Cuanto antes. Lo mejor es en las 2 primeras horas de vida. En la actualidad se favorece que madre y bebé estén en contacto piel con piel nada más nacer. Es en ese momento cuando el bebé se coge mejor al pecho.

-¿Cómo se hace? ¿Sabré ponerle yo sola? ¡No lo he visto nunca! Las mujeres hoy en día tienen que aprender algunas “técnicas”, pero por suerte el bebé nace con un montón de reflejos e instintos que le ayudan en el amamantamiento.

¿Qué sabe hacer el bebé? Desde que nace, el bebé sabe “trepar” o “gatear” sobre el cuerpo de su madre, gracias a unos reflejos de sus manos y pies. Sabe oler la secreción de la areola y el calostro. Puede ver que hay una zona más oscura. Puede tantear con las manos y notar que el pezón está un poco más duro. Solo hace falta sujetarle un poco. Al tropezar con el pezón empieza a “dar cabezazos” mientras abre la boca, y con mucha facilidad el pezón entra en ella. Cuando lo tenga dentro, iniciará movimientos instintivos de succión. El pecho se adaptará a su boca. La lengua hará movimientos de delante hacia atrás mientras esas arrugas que hay en el paladar colaboran en el “ordeño” de la leche.
Sí, es más listo que nosotras y apenas acaba de llegar a este planeta.

¿Qué tiene que hacer la madre? Ponerse cómoda. Observar lo que hace el bebé. Ayudar. Confiar. Pedir ayuda o consejo a alguien con experiencia. 

Es importante la comodidad cuando se da el pecho. Sobre todo al principio. Se puede hacer tumbada en la cama o reclinada en un sillón. Hay muchas posturas posibles. Con el tiempo, cuando ya se tiene experiencia, cada mujer usa la postura que más le gusta o la que le va mejor en ese momento. 


¿Cómo sé si el bebé está listo para comer o tiene hambre? Basta con observar al bebé.
Los primeros indicios de que tiene hambre es que empieza a salir del sueño y a mover la
boca.  Luego gira un poco la cabeza a los lados o mueve los labios. En ese momento es muy
fácil que se coja bien al pecho. Si tiene más hambre se lleva las manos a la boca. Mueve más
la cabeza.
Cuando se espera a que llore, suele ser difícil que se coja bien al pecho, pues se agita y se
mueve de forma menos coordinada.

¿Seguro que tendré suficiente leche? Sí. Para tener mucha leche hay que poner al bebé al
pecho muy a menudo. Si el bebé succiona estimula la producción de leche. Si se le hace
esperar a que sea “su hora” o se le dan biberones de agua, infusiones o leche la
producción de leche de la madre baja. En caso de duda: ¡dar el pecho más veces! Vamos a
desterrar ese mito de "dale una ayudita que se queda con hambre". No gracias. Le doy más
tetita!!
Es bueno que vacíe bien un pecho cada vez. La leche que sale al final tiene más grasa y le
ayuda a dormir y a engordar. Si quiere del otro lado puede tomar también, pero es mejor
concentrarse primero en uno de los pechos. No hace falta eso de "dale ahora el otro". Si el
bichito está felizmente dormido no tiene más hambre. En la próxima toma, le daremos el
pecho que no cogió en esta primero.

- La mayoría de las madres tienen la capacidad de producir la cantidad suficiente de
leche para amamantar a uno e incluso a dos bebés. Y, sin embargo, muchas madres pierden la
lactancia, una vez iniciada y no deseando hacerlo, porque tienen la sensación de no tener
suficiente leche. Por eso es muy importante saber cómo se produce la leche. Y aprender las
señales que nos indican que el bebé está tomando lo que necesita.


Todo se resume en una CUESTIÓN DE HORMONAS....

- ¿Cómo se regula la producción de leche? Los primeros días tras el parto, el pecho de la
Madre produce calostro: esta leche se produce en cantidades pequeñas, pero muy
condensadas de alimento y defensas. Es justo lo que el bebé, que no ha comido nunca,
necesita en los primeros días.
Entre el 3er y 5º día después del parto, tiene lugar la “subida de la leche”. Aparece leche
más fluida en mucha mayor cantidad. Y en las siguientes semanas será la demanda del bebé la
que vaya ajustando la producción de leche a sus necesidades. 
Hacia las 4-6 semanas los pechos no se sienten tan llenos como al principio, porque la
producción se ha regulado. Sólo se produce lo que el bebé necesita.
Algunas madres pueden almacenar mayor cantidad de leche en sus pechos que otras. Por eso,
Algunos bebés piden mamar muy a menudo, mientras otros lo hacen menos frecuentemente.
Recordad, cada bebé es diferente, y por tanto cada mamá también. 

- ¿Cómo sabré si está comiendo bien? Gana peso: pesa lo mismo o más que cuando nació
a los 15 días de vida. Después gana al menos 125g a la semana.
Su orina es clara (casi como agua). Hace más de 5 pipis al día a partir del día 5.
A partir del tercer día, si el bebé mama de forma adecuada, más de 8 veces al día, y hace 3 o
Más deposiciones al día, se puede decir que se está alimentando correctamente.
A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas. Extrae la leche más
eficazmente.
Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta
adecuadamente o
que deja el pecho tan pronto porque tienen menos leche. Esto no es así claramente. 
Si el niño está tranquilo y feliz y moja 4-5 pañales diarios, es que está tomando la leche que
necesita.

- ¿Qué me puede indicar que hay algún problema? Es bueno que pidas ayuda si, en las
Primeras semanas, observas que: parece no quedar satisfecho tras la toma; si llora
continuamente, si está continuamente agarrado al pecho o hace tomas muy largas; si rechaza
el pecho; si hace cacas duras o verdes, o si hace muy pocas; si no has notado la subida de la
leche o no sale leche cuando los exprimes; y si tus pechos no han aumentado de tamaño
durante el embarazo.

- Las razones por las un bebé puede no estar obteniendo la suficiente leche se resumen en
dos: 
1) Un agarre inadecuado.
2) El bebé succiona pocas veces.

- Para aumentar la cantidad de leche que toma tu bebé, es importante que:
El agarre de tu bebé al pecho sea adecuado: en general valorará que: vuestros cuerpos
estén encarados, que el bebé no tenga torcido el cuello ni enterrada la nariz en tu pecho; que
su barbilla esté bien pegadita a tu pecho; que abra bien la boca y los labios queden hacia
fuera; que abarque la areola con su lengua y no sólo el pezón y especialmente que la
sensación que tengas sea placentera durante el amamantamiento.
Tu bebé tome como mínimo 8 veces al día (durante las primeras semanas mejor si son
más).
Tu bebé y tú, hagáis mucho contacto piel con piel y mantengas a tu bebé a tu lado el
mayor tiempo posible (fabricarás más oxitocina y prolactina y harás más leche).
Puede ser útil además, estimular tus pechos para extraer leche adicional después de las
tomas del bebé (a mano o con sacaleches) y poder ofrecerle este suplemento después de las
tomas. Además de ofrecerle más cantidad le estarás dando señales a tus pechos de que
fabriquen más leche.

-  ¿Tengo que tomar algún alimento o suplementos para tener leche? No. Basta con dar el
pecho cada vez que el bebé tenga hambre. Sobre todo al principio, al menos 10-12 veces al
día.
La dieta de la madre debe ser normal, variada y sana. Es normal tener un poco más de sed.
¿Tengo que seguir con el suplemento de yodo? En España se aconseja que la madre tome
un suplemento de 200-300 mcg/día de yodo en la lactancia. Y debes cocinar los alimentos con
sal yodada. Aún así, en cuanto al suplemento, hay varias posturas respecto a ello. Dejarlo no
supondrá un detrimento para ti ni para tu bebé, y continuar con él tampoco. Así que es un
poco a elección de mami.

¿Me dolerá? Amamantar no debe doler. Incluso puede ser muy placentero y agradable. Si
sientes dolor, pide ayuda a alguien con experiencia. Sentir dolor puede ser una pequeña
dificultad para que el bebé se agarre al pecho. En cuanto se corrige, todo es más fácil.

Me han dicho que seguramente me van a salir grietas Para prevenir las grietas, la mejor
manera de cuidar los pezones es una posición correcta del bebé al mamar. Además hay que
evitar la presión sobre el pezón. Y hay que mantener el pezón seco. Por esto es adecuado el
uso de las conchas o discos absorbentes. No hay que olvidar cambiarlos con frecuencia
para mantener seco el pezón. 
La propia leche que sale de vuestro pezón cuando estáis amamantando os puede
servir de ayuda para hidratar esa piel tan delicada e incluso curar pequeñas heridas en la zona.
Aunque se tengan los pezones planos o invertidos se puede dar el pecho.

¿Cómo me tengo que cuidar el pecho? Los pezones no necesitan ningún cuidado especial.
Ni durante el embarazo. Ni tras del parto. Basta con la ducha diaria y, como ya os hemos
dicho, procurar mantenerlos secos entre tomas. Se debe usar un sujetador con el que nos
sintamos cómodas y no oprima.  

¿Es verdad que la leche materna previene algunas enfermedades del bebé? Hay que
tener en cuenta que amamantar tiene muchas ventajas para la salud de la madre y del bebé.
Los bebés que toman el pecho enferman menos, no solo mientras son pequeñitos sino también
cuando van siendo mayores. Hay menos casos de diabetes y de obesidad entre otras
enfermedades.
Tienen menos riesgo de tener que ir a un hospital. También su inteligencia se desarrolla
mejor. 
También tiene ventajas para la salud de la madre. Hay menos sangrado tras el parto, ya que
las hormonas que se estimulan durante la succión del bebé favorecen las contracciones
uterinas. Se recupera antes, se adelgaza sin esfuerzo y en unos cuantos meses no se tiene la

regla. Y años más tarde hay menos riesgo de cáncer de mama y de fracturas.




¡¡Dios de mi vida, cuantas cosas juntas!! Help me!!!!!

Tranquilos, para eso estamos aquí: 

Pide ayuda,  si tienes dolor; si no ves a tu bebé feliz a tu pecho; o si tienes dudas.
¿A quién pedir ayuda?
 -  A una consejera de lactancia. En Mímame Mucho podemos atenderte.
 -  A algún profesional sanitario con experiencia en lactancia materna. En Mímame
Mucho contamos con profesionales sanitarios especialistas en lactancia.

 -  Busca en tu zona algún grupo de apoyo. Los hay en casi todas las provincias.
 -  A mujeres que conozcas que hayan dado de mamar con éxito.
 -  En internet, al Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.



Bien, después de este tochaco de palabrejas que os hemos soltado, estamos totalmente seguros
que estáis listas para sumergeros de lleno en la lactancia materna. Adelante!! Estamos aquí
para todo lo que necesitéis.





sábado, 9 de julio de 2016

De tu barriga y la de la que sale en el HOLA!

Bienvenida madre. Has llegado al maravilloso mundo de la maternidad. Tienes un pequeño personaje de apenas 4 kilitos llorando a tu lado y enganchado a tu tetita.

OHHHH ha terminado de mamar. Voy a dejarlo en su cunita, para que descanse un ratito, y porque llevo queriendo ir al baño hace 2 horas y no quería soltarlo, estaba tan a gustito.
Ains que alivio. Tiras de la cadena, te lavas las manos, y te miras en el espejo. Sí querida, esa eres tú. Al menos la tú de ahora.

Tienes ojeras tipo panda. El pelo hace días que no sabe ni siquiera lo que es el champú, mucho menos el acondicionador. Y tienes un bulto que sale de la zona entre tus tetitas y tus partes dignas. Esa bola de playa desinflada es tu tripón!! Pero cómo es posible???? Si mi pequeño tiene ya...? Espera, a qué estamos? Es verano ya?? Dios de mi vida!!!!! Tres meses y esto sigue así????? Pero si yo vi a la mujer de este futbolista que salió estupenda de la clínica. Y la del cantante, ay mierda de lactancia que se me olvidan los nombres....

Tranquila querida. No existen!! Recuerda, no existen!!!!!!!!

Esa portada del HOLA!, dos días después del parto, con la cara estupendísima, el pelo a lo anuncio de pantene, y la barriga plana, NO EXISTE!! RE-PI-TE CON-MI-GO: NO-E-XIS-TE!!

La mayoría de las mamás no tenemos al cirujano de la clínica tal y pascual metido en el paritorio para que nos deje como la tripa de Allie Mcbil. No disponemos del entrenador personal sentado en la butaca de al lado contando las calorías que salen del bote de potito que estás rebañando del pirata. Nuestro cocinero no es el del programa de la tele, que te hace las recetas más deliciosas y menos grasas del universo. La mayoría de nosotras somos mujeres normales y corrientes, a las que la tripa de verano nos suena igual que la de invierno.

Somos mujeres normales!! Repito por 3ª vez: NOR-MA-LES!! No salimos del hospital y nos ponemos a hacer sentadillas, mientras la babysitter cuida del personajillo. No bebemos batidos multivitamínicos porque ni siquiera nos interesa saber qué son.

Pero oye, que esto no quiere decir que tú, querida mía, seas peor que ellas, las del HOLA! Eres igual o mejor!! Perderás peso (si eres de teta más rápido aún). Comerás sano. Recuperarás tu figura( quizás no la de 15 años, pero sí la de 30, o casi). Y lo harás de forma natural, como lo hacemos todas!!

Y si tardas más, qué importa!! Eres feliz??  Pues ya está!! Que se joda la sociedad!!

Y ahora, ala, cómete ese helado de chocolate que tienes en la nevera, que están poniendo en la tele Toy Story, y los gamberrillos estarán entretenidos.

Y recuerda mamá, quiérete mucho para que te quieran todavía más!!

lunes, 4 de julio de 2016

Lo que no os contaron cuando decidistéis ser papis!!

WAUUUUU tenemos predictor positivo!!!! Que ilusión!!!! Llama a tu madre. No no a mi hermana primero. Ayyyy y como le vamos a llamar. Si es niño como mi padre, o como mi abuelo....


Sí, sí, sí. Todo es maravilloso. Va a llegar un bebé. Vale, fantástico. Ahora habéis vuelto a casa después de las celebraciones en casa de unos y otros. Estáis los dos solitos, tumbados en la cama, mirando al techo y pensando "Dios de mi vida, la que se nos viene encima".... No, no sois los peores padres del mundo. Nos pasa a todos. Y el que os diga que no, miente!!

Cuando al fin va a llegar un nuevo habitante a casa todo se convierte en dudas. ¿Cómo será?, ¿Llorará mucho?, ¿Dormirá por las noches?, ¿Comerá bien?.... ayyy cuantas preguntas verdad. Pues lo único que podéis tener seguro es que no contestaréis a ninguna de ellas hasta que llegue el susodicho!!

Si queridos míos. La paternidad es eso. Dudas, dudas y más dudas. Una sensación de inseguridad constante. Un continuo examen al que nos somete el planeta entero. Empezando por nuestro pequeño retoño. Siguiendo por las adorables abuelas. Las tías. Los amigos. Y hasta la vecina del quinto.

Pero no os preocupéis. Para eso estamos aquí. Desde Mímame mucho os vamos a dar unos cuantos consejos para que los retengáis en vuestro pen drive (que lo de disco duro ya es vintage), antes de que una nueva personita ocupe vuestras noches y mañanas.

Esto os lo dejamos a modo de decálogo del padre sin vergüenza:

- Amarás a tu bichito sobre todas las cosas, sin olvidarte de seguir amando al personaje con el que compartías tu cama, antes de que otro habitante te hiciera saber el significado del término colecho.
- Compartirás minitragedias con tu compañero de mochilas y penas. Juntos es mejor, mucho mejor.
- Los horarios del bichito son los horarios del bichito. No abrirás la puerta a visitantes que lleguen en mitad de su siesta (aunque sean las 10 de la mañana). Sus minisiestas son tus minisiestas.
- Adorarás las toallitas y al genio fantástico que las inventó, y limpiarás con ellas manchas tan diversas que ni el calvo de Don Limpio.
- No dirás que no a los potitos precocinados. Esos tarritos de cristal pueden salvarte la vida....
- Una caca es una caca, y un pipí es un pipí. Compartirás los pañales olorosos en igualdad de cantidad y asquerosidad.
- Contarás hasta 10 antes de explicarle a otro que eso al bichito no se lo de (vale para comida, juguetes, etc). Aplicables a papás, mamás, abuelas, tías, padrinos.....
- Fingirás creer lo que otros padres perfectos te cuentan (son los que mienten, acordaros), pero no te sentirás culpable por ello.
- Pondrás cara de "ajam, ajam, que interesante", cuando te lleguen consejos varios de personas varias.
- Y lo más importante, y que anula todo lo demás, disfrutarás, disfrutarás y disfrutarás, ignorando lo que digan todos los demás!!

A REIRRRRR MUCHOOOOO

Comienza la Aventura

Para los soñadores toda gran hazaña comienza con un despertar. Así empieza "Mímame Mucho".

Para empezar bien, vamos a presentarnos. Mi nombre es Elízabeth. Soy madre, y además médico de familia. Imparto charlas en mi centro de salud sobre lactancia materna, alimentación complementaria, crianza natural, y ese cuento chino que algunos llaman conciliación de la vida familiar. 

Mi blog viene inspirado por este concepto. 

Quiero ayudar a otros padres en la aventura mas increíble y complicada de sus vidas. 
La propia paternidad. 

Aunque hablamos, y mucho, sobre lactancia materna exclusiva y crianza, no dejamos de lado cualquier otra opción de disfrutar la paternidad. Es por ello que quiero acercarme a los padres desde el buen rollo y la necesidad de aceptar que solo hay dos tipos de padres: los que no nos avergonzamos de decir la verdad, y los que mienten como bellacos. 

Quiero desterrar la imagen de esa madre perfecta que da el pecho hasta la comunión sin quejarse. Porque señoras, la lactancia me encanta, pero hay veces que me siento una teta andante, y sólo quiere pintarme las uñas sin un bebé enganchado a mi pezón.

Quiero que los padres entiendan el modelo de crianza, sea cual sea, como una decisión totalmente libre y personal. Que dejen de sentirse influenciados por ese modelo de padres utópico, que nunca lleva la ropa manchada de potitos, y nunca jamás se quejan. ESO NO EXISTE!!

Así que bienvenidos a vuestro rato de desabrocharos el sujetador, quedaros en calzoncillos, con una copa de vino, y los hijos en casa de los abuelos.

Desahogaros, pedidnos consejo o contadnos vuestras penas. Aquí estamos para lo que queráis.